Clean Industrial Deal: Cómo Promover la Reindustrialización Verde de Europa
Una estrategia industrial verde para una Europa en transformación
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El análisis del informe Draghi sobre el futuro de la competitividad europea ha definido una imagen preocupante del estado de la industria europea, sometida a un amplio abanico de dificultades y problemas, incluyendo la pérdida de productividad relativa, retrasos en la digitalización, lentitud en la innovación o costes de energía más elevados que en otras regiones.
En consecuencia, la necesidad de aportar soluciones a los principales desafíos a los que esta se enfrenta se está convirtiendo en una de las mayores prioridades de la próxima Comisión Europea.
La presidenta de la Comisión Europa, Ursula von der Leyen, anunció en su primer discurso ante el Parlamento Europeo tras las elecciones europeas su intención de presentar un nuevo «Clean Industrial Deal» en los primeros 100 días de su nuevo mandato.
El objetivo es incrementar la competitividad de la economía promoviendo de forma coordinada la descarbonización e industrialización de Europa al mismo tiempo, acelerando el despliegue de tecnologías e infraestructuras clave para la transición energética del sector sin comprometer la ambición de la normativa climática europea.
«El Clean Industrial Deal ayudará a crear mercados punteros en todo tipo de sectores, desde el acero limpio a las tecnologías limpias, y agilizará la planificación, la licitación y la concesión de permisos.»
—Ursula von der Leyen en su discurso ante el Parlamento Europeo.
Los detalles del futuro «Clean Industrial Deal» están todavía por determinar, pero aquellos responsables de definir su contenido ya empiezan a revelar algunos puntos clave de esta nueva estrategia industrial europea.
Pero antes de empezar…
Ya hemos comentado en varias ediciones el retraso de varios Estados europeos —entre los que estaba España— en la aprobación final de los Planes Nacionales Integrales de Energía y Clima 2023-2030.
Afortunadamente, España ya no se encuentra en la lista de países “incumplidores” y, el pasado 24 de octubre, aprobó la versión definitiva del PNIEC 2023-2030.
Las diferencias entre el borrador enviado en 2023 y el documento definitivo recién aprobado son, en general, sutiles pero mantienen un aumento considerable de la ambición en comparación con el PNIEC de 2021.
En esta publicación de LinkedIn puedes ver más en detalle la comparativa entre el borrador de 2023 y el texto definitivo.
Además, en una edición anterior de esta newsletter ya comentamos en detalle las grandes novedades del borrador de 2023 respecto al PNIEC anterior. Te la dejamos aquí abajo por si necesitas un repaso:
Divulgando la Sostenibilidad 🌱
Alcanzar los objetivos climáticos del Pacto Verde Europeo requerirá el despliegue de tecnologías limpias y el suministro de materias críticas a un ritmo mayor del que hasta ahora ha definido el progreso de la transición energética en Europa.
La creciente demanda de estas tecnologías y materias críticas, gran parte de las cuales no son producidas ni procesadas en Europa, dirige a la industria europea hacia una posición competitiva muy desfavorable frente a otras potencias como China y, crecientemente, Estados Unidos.
En respuesta, la Comisión Europea presentó en febrero de 2023 el conocido como «Plan Industrial del Pacto Verde», una estrategia que pretende reforzar la capacidad europea de producción y suministro de tecnologías limpias y materias críticas.
El plan busca evitar una nueva situación de dependencia externa en tecnologías limpias y materias críticas centrando los esfuerzos en aquellas áreas en las que la Unión Europea puede lograr un mayor impacto.
Reforzar el Suministro de Materias Críticas
Como parte del Plan Industrial del Pacto Verde, la UE aprobó en marzo de este año la nueva Ley de Materias Primas Fundamentales (Critical Raw Materials Act, CRMA). Esta nueva norma establece objetivos muy ambiciosos para la extracción, procesamiento y reciclaje en suelo europeo de 17 materias primas estratégicas (SRM).
Para 2030, según estos objetivos no vinculantes, la capacidad europea de extracción, procesamiento y reciclaje debe cubrir el 10%, 40% y 25% de la demanda europea de SRM, respectivamente.
Con el fin de evitar nuevas dependencias exteriores que coarten la autonomía estratégica europea, la CRMA limita la dependencia en un solo país para el suministro de SRM en un máximo del 65% de la demanda anual.
Sin embargo, la falta de instrumentos de financiación a nivel europeo que canalicen las inversiones en la extracción, procesamiento y reciclaje de materias críticas podría dar lugar a importantes ineficiencias y una fragmentación del suministro entre Estados miembros.
Consolidar el Sector de las «Cleantech» en Europa
Al igual que sucede con el suministro de materias primas fundamentales, el suministro de tecnologías limpias como paneles solares, baterías o componentes eólicos es clave para alcanzar los objetivos de descarbonización fijados en el Pacto Verde Europeo.
Afortunadamente, y a diferencia de lo que sucede en la cadena de suministro de SRM, la UE parte de una posición más favorable en la producción de algunas de estas tecnologías, especialmente en componentes de la eólica marina y electrolizadores.
Sin embargo, la UE carece de una capacidad de producción suficiente para satisfacer su demanda de baterías para vehículos eléctricos, bombas de calor y, especialmente, de componentes de la energía solar fotovoltaica.
De hecho, la UE ya presentaba un enorme déficit comercial de más de $9.700 millones en 2021, justo antes de la crisis energética que disparó las importaciones de tecnologías limpias, especialmente paneles solares y baterías.
En respuesta, la UE adoptó en febrero de este año la conocida como «Net-Zero Industry Act» (NZIA) con el objetivo de garantizar el suministro de las tecnologías limpias y reforzar la competitividad de este sector industrial en Europa.
Al igual que la CRMA, la NZIA recoge un grupo de 19 tecnologías que podrán beneficiarse de procedimientos acelerados de autorización, limitados a 9 meses para proyectos menores de 1 GW de capacidad y hasta un año para proyectos de mayor capacidad.
Asimismo, la NZIA fija en un objetivo general de cubrir el 40% de la demanda europea de estas tecnologías limpias para alcanzar los objetivos de descarbonización europeos de 2030, rechazando una visión más estratégica que apueste por objetivos individuales.
En cuanto a la financiación, la Comisión Europea propuso inicialmente establecer un «Fondo de Soberanía Europeo» que ofreciese nueva financiación común para este tipo de tecnologías, evitando así distorsiones del mercado interior.
Sin embargo, la NZIA finalmente tan solo recoge la conocida como Plataforma de Tecnologías Estratégicas para Europa (STEP), con el fin de canalizar la financiación procedente de fondos redirigidos de múltiples programas.
Consolidar la Reindustrialización Verde
La apuesta por una verdadera política industrial verde europea requiere de grandes compromisos a nivel comunitario —incluyendo avances significativos en el Mercado único y estabilidad regulatoria— que contribuyan a definir una serie de sectores estratégicos y facilite tanto el acceso a financiación pública de manera conjunta como el despliegue de inversión privada a gran escala.
En ambas cuestiones, la NZIA se queda corta de definir un listado de tecnologías verdaderamente estratégicas para la transición energética, así como de establecer líneas de financiación conjunta que permita evitar guerras de subsidios entre Estados miembros.
«Si la UE quiere seguir siendo competitiva, sólo puede haber una respuesta europea a los retos energéticos de las próximas décadas.»
Afortunadamente, aquellos responsables de definir el contenido del futuro Clean Industrial Deal parecen ser conscientes de estas carencias y la necesidad de remediarlas para desarrollar una verdadera estrategia industrial verde europea.
Una Política Industrial Más Precisa y Eficiente
La política industrial europea requiere de una mayor «granularidad» que permita dirigir mejor los esfuerzos para potenciar la capacidad europea en sectores clave para la transición energética en los que Europa todavía tiene o puede llegar a tener un papel relevante.
Esto último es clave: Europa no debe cerrarse a aquellas tecnologías o sectores en los que tratar de posicionarnos en niveles equivalentes a los de otros competidores sería altamente ineficiente y enormemente costoso, y para los que la dependencia exterior no presenta retos significativos en cuanto a autonomía estratégica.
En este sentido, permitir el acceso de tecnologías críticas para la transición energética procedentes de otros mercados —si bien apostando por una mayor diversificación de las cadenas de suministro— es fundamental para afinar nuestra política industrial y avanzar nuestra estrategia de descarbonización.
Asimismo, la falta de precisión de los objetivos de producción de tecnologías limpias impide el diseño de una política industrial realmente efectiva. Lo mismo sucede ante la ausencia de objetivos específicos para los componentes de estas tecnologías, algunos de los cuales representan importantes cuellos de botella para la producción europea de estas tecnologías.
Más Financiación y Mejor Coordinada
La Plataforma de Tecnologías Estratégicas para Europea establecida por la NZIA es un primer paso hacia una mayor coordinación de la financiación europea disponible para apoyar a la industria de las tecnologías limpias en Europa.
Sin embargo, la Plataforma STEP presenta importantes carencias en este aspecto: la financiación canalizada a través de este instrumento está dirigida a todo tipo de tecnologías estratégicas, abarcando otros sectores como defensa, digitalización o biotecnologías.
Como resultado del amplio alcance de la Plataforma, gran parte de la financiación para el desarrollo de una industria de las tecnologías limpias en Europa recaerá sobre los presupuestos nacionales de los Estados miembros.
Evitar que el despliegue de ayudas para este sector se convierta en una guerra de subsidios entre Estados miembros requiere de un enfoque europeo que explote el potencial del mercado común y desarrolle sinergias a escala comunitaria.
Nuevas Vías para Reforzar Nuestra Autonomía Estratégica
Ahora bien, no todo se soluciona con mayor apoyo público y facilitando el despliegue de inversión privada. Algunas cuestiones requieren de nuevas estrategias para hacer frente a la enorme concentración de materias primas y la creciente rivalidad por el control de la cadena de suministro de tecnologías limpias.
Un ejemplo de ello son los esfuerzos de los países del G7 para potenciar la demanda del níquel de bajas emisiones, reduciendo así el enorme impacto ambiental y social del procesado tradicional de este elemento y promoviendo la competitividad de esta alternativa menos intensiva en carbono.
Al mismo tiempo, esta iniciativa busca proteger a las respectivas industrias nacionales ante el tsunami de níquel procedente de Indonesia que ha deprimido drásticamente el precio, monopolizando un creciente porcentaje de la producción global y obligando a cerrar minas en Australia o Canadá, con la consiguiente fuga de carbono.
Del mismo modo, la introducción de requisitos ambientales en las normas de adjudicación de contratos públicos, en particular, en aquellos vinculados a infraestructuras públicas, podría contribuir decisivamente a la creación de un mercado para nuevos productos como el cemento o el acero de bajas emisiones.
La NZIA ya incluye nuevos criterios de «sostenibilidad y resiliencia» para la adjudicación de contratos públicos. Sin embargo, estos pueden ser ignorados si resultan en costes de más del 10% frente a la tecnología extranjera.
Por tanto, establecer nuevas fórmulas para favorecer la adquisición de tecnologías limpias fabricadas en Europa en los contratos públicos es clave para reducir el riesgo que el sector asume ante el mayor coste y la todavía insuficiente demanda de estos productos frente a las opciones convencionales.
Una Estrategia Industrial Verde Europea
Como bien señala el informe Draghi, la descarbonización puede y será un catalizador de la competitividad europea solo si todas las políticas están dirigidas en esta dirección, de lo contrario se corre el riesgo de que la descarbonización menoscabe la competitividad europea.
Desarrollar y coordinar las políticas industriales nacionales en aras de una estrategia industrial verde a nivel europeo es indispensable para garantizar la competitividad de nuestra industria y para alcanzar los objetivos de descarbonización que nos hemos fijado.
Como asegura Kurt Vandenbergue, director general de DG CLIMA, «no hay descarbonización sin política industrial, pero no hay política industrial sin descarbonización.»
Transición en Acción ⚡
Lo Que las Noticias no te Cuenta del Cambio Climático
Caer en el pesimismo cuando se analiza el creciente impacto del cambio climático a nivel global es una tendencia cada vez más frecuente, especialmente en redes sociales y otras plataformas online.
Muchos ven la emergencia climática como un problema insuperable al que no seremos capaces de hacer frente, pero la realidad dice otra cosa.
Contamos con las herramientas tanto tecnológicas como políticas para hacer frente a desafíos extremadamente complejos y de impacto global. Sabemos lo que tenemos que hacer y, en la mayoría de casos, también el cómo.
Si nos retrotraemos a los datos y observamos cómo ha cambiado y sigue cambiando el mundo tendremos una imagen mucho más completa de la realidad y del progreso que estamos haciendo para mitigar los efectos más devastadores del cambio climático.
En este vídeo de Big Think con Hannah Ritchie, subdirectora de OurWorldInData, abordan el verdadero estado de la transición energética y las estrategias que necesitamos para acelerarla.
¿Conocías alguno de los datos que comenta Hannah Ritchie en el vídeo? ¿Cómo conseguirías tú que más gente los conociera? ¡Dínoslo en los comentarios!
Triplicar la Capacidad Renovable Reforzando las Redes Eléctricas
El desarrollo de alianzas industriales que aceleren el despliegue de las energías renovables a nivel global es imprescindible para alcanzar los objetivos fijados en la COP27.
Alcanzar el objetivo de triplicar la capacidad renovable para 2030 requerirá instalar, de media, 3 GW al día durante el resto de la década. Para ayudarte a visualizarlo, esto equivaldría a instalar cerca de 1.000 aerogeneradores en todo el mundo cada día.
La noticia buena es que el despliegue de renovables rompe récords años tras año. Sin embargo, el ritmo es todavía la mitad del que debería ser para alcanzar el objetivo de 2030.
Además, el despliegue de renovables se concentra en un 85% en tan solo 3 regiones: la UE, Estados Unidos y China.
El riesgo, por tanto, reside en que la triplicación de la capacidad renovable se concentre en los países con más financiación para descarbonizar sus economías, en detrimento de los países menos avanzados y con economías más intensivas en carbono.
En este #PowerChat de Eurelectric, Bruce Douglas, CEO de la Global Renewables Alliance, analiza el progreso de la descarbonización de la generación eléctrica, los retos a los que nos enfrentamos y qué oportunidades tenemos para superarlos.
¿Cómo podemos facilitar el despliegue de renovables en países en vías de desarrollo? ¡Comparte con nosotros tus ideas y propuestas en los comentarios!
¡Y hasta aquí la edición de esta semana!
Esperamos que hayas llegado hasta el final de esta edición. No lo hemos puesto fácil analizando un tema tan denso como la política industrial europea 😉.
En todo caso, te invitamos a dejar tus reflexiones en los comentarios de esta edición, así como en el grupo de la Comunidad de Talento para la Sostenibilidad.
Si todavía no formas parte y quieres enterarte de todas las nuevas iniciativas que tenemos planeadas para este curso, ¡únete ahora!
¡Nos vemos en la siguiente edición! 👋