Cómo Calentar tu Casa sin Calentar el Planeta
Avances hacia la descarbonización de la climatización en los hogares.
¡Bienvenido/a! 👋
Se avecinan semanas movidas para el mundillo de la sostenibilidad y la transición energética, pero queremos aprovechar esta introducción para acordarnos de todas las víctimas de la DANA que tanto daño ha causado en Valencia.
La relación entre la intensidad de esta DANA y el aumento de las temperaturas, especialmente en el Mediterráneo, está avalada cada vez por más estudios que demuestran una vinculación directa entre ambos.
Tanto el estudio de World Weather Attribution como el de ClimaMeter vinculan el aumento de las temperaturas como consecuencia del cambio climático a un aumento de las precipitaciones y la intensidad de las DANAs.
“La intensificación de tales fenómenos subraya la urgente necesidad de que las autoridades reconozcan la importancia de (…) actuar de inmediato para mitigar el calentamiento global y adaptarse a nuestro clima cambiante”.
— Mireia Ginesta, investigadora del Laboratorio de Ciencias del Clima y del Medio Ambiente (LSCE).
Más estudios seguirán a estos para esclarecer el impacto del cambio climático sobre estos fenómenos excepcionales, pero no debemos olvidar lo más importante:
Ya contamos con las herramientas económicas, sociales y tecnológicas para mitigar los efectos más devastadores de la crisis climática. ¡Ahora es cuestión de voluntad política!
Pero antes de empezar…
El lunes pasado empezó la COP29 en Bakú, una nueva oportunidad para avanzar en la transición energética a nivel global y frenar los efectos más devastadores del cambio climático.
Esta COP coincide, además, con el anuncio de que 2024 será el año más caluroso jamás registrado a nivel global.
La temperatura de la superficie del planeta seguramente acabe situándose hasta 1,55 °C por encima de los niveles preindustriales.
En consecuencia, 2024 será el primer año en el que la temperatura media del planeta se sitúe por encima de los infames 1,5 °
C del Acuerdo de París, el cual buscaba contener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 °C y, preferiblemente, a menos de 1,5 °C.
La agenda de la COP29, como bien sabes ya si leíste nuestra última edición, esta dominada por la financiación climática, por lo que podemos esperar largas y tensas negociaciones entre los Estados.
Conocer este debate es fundamental para entender nuestro deber de contribuir a la adaptación y resiliencia de los países más expuestos a los fenómenos extremos, y más en el contexto nacional actual.
La crisis climática es una crisis global, y por mucho que tendamos a centrarnos en sus impactos a nivel nacional, las acciones emprendidas para hacerle frente requieren una respuesta común, liderada por aquellos países con mayor responsabilidad histórica.
Estaremos al tanto de los primeros acuerdos y las principales conclusiones, y las analizaremos en detalle en una futura edición, así que ya sabes lo que tienes que hacer si todavía no te has suscrito… 😉
Divulgando la Sostenibilidad 🌱
Cerca de un cuarto del consumo final de energía en la UE corresponde a los hogares.
De hecho, tan solo la calefacción de los espacios y el agua sanitaria es responsable del 78% del consumo energético total de los hogares y más de la mitad de la energía empleada para ello procede de combustibles fósiles.
Por el lado contrario, la refrigeración de los espacios representa menos del 1% del consumo energético de los hogares europeos, pero se espera que este porcentaje aumente a medida que suban las temperaturas como consecuencia de la crisis climática.
En todo caso, es evidente que descarbonizar la climatización de los hogares es una herramienta fundamental para acelerar la reducción de las emisiones en Europa.
Así pues, en esta edición hablaremos justo de este tema ¿Qué papel tienen las tecnologías de climatización en la transición energética? ¿Qué barreras impiden la descarbonización masiva de la climatización de los hogares?
Para averiguarlo, contamos en esta edición con Marta San Román, directora general de la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización (AFEC).
Primero, una presentación:
Frente a los enormes intereses del sector de los combustibles fósiles y de las empresas vinculadas a estos en el ámbito de la climatización de los hogares, la AFEC busca impulsar una industria sostenible y eficiente que defienda valores e intereses comunes del sector y de todos sus agentes.
Sus labores abarcan diferentes tecnologías de climatización como las bombas de calor, pero también aquellas destinadas a la producción de agua caliente sanitaria y para la industria o aire frío, así como aquellas que contribuyen a una mejora de la calidad del aire interior.
La enorme inestabilidad regulatoria propiciada por conflictos internacionales y crisis de todo tipo ha obligado al sector de la climatización a adaptarse constantemente para dar respuesta a las crecientes exigencias de ahorro energético y reducción de emisiones.
Así pues, el interés de esta industria por contribuir a dar respuesta a la crisis climática, así como a una mejora de la calidad del aire interior y de la eficiencia energética, lo sitúa a la vanguardia de la descarbonización del sector residencial.
¿Cómo se promueve la adopción de tecnologías de climatización más sostenibles?
La promoción de tecnologías de climatización limpias y eficientes requiere de grandes esfuerzos tanto en el ámbito regulatorio como en la divulgación, promoviendo una mayor concienciación de los decisores públicos y de la sociedad en general.
El gran impulso hacia la sostenibilidad promovido en el marco del Pacto Verde Europeo a nivel comunitario, junto con la creciente concienciación climática de la sociedad y la necesidad de adaptarse a los vaivenes de la geopolítica energética ha dotado de una enorme relevancia a los esfuerzos de incidencia de organizaciones como AFEC.
En particular, las características concretas del mercado español, junto con otros aspectos como la articulación de ayudas o la dotación de información a todos los actores de la cadena de aprovisionamiento hacen clave la labor de organizaciones como AFEC en la transposición de la normativa comunitaria a la legislación nacional.
De hecho, el régimen competencial español supone un reto todavía mayor para el sector, el cual centra gran parte de sus esfuerzos en promover la armonización de los criterios de interpretación de la normativa comunitaria en todas las Comunidades Autónomas.
Con este fin, las labores de información y formación de las Administraciones Públicas, tanto a nivel nacional como autonómico, son claves para velar por un adecuado despliegue de las tecnologías de climatización bajo criterios comunes.
Pero estas labores no se limitan a las AAPP, sino que también van dirigidas a los diferentes agentes del sector como instaladores, mantenedores, arquitectos o ingenieros. Además, también incluyen la promoción de casos de éxito y el debate de desafíos comunes, dando así respuesta a las preocupaciones de dichos agentes.
¿A qué barreras se enfrenta el despliegue de estas tecnologías?
San Román considera que existen importantes barreras culturales a la hora de priorizar la acción climática entre generaciones. El reconocimiento del impacto ambiental como un coste que se debe internalizar es un concepto que todavía sorprende a muchas personas y que requiere reconsiderar el valor de la protección del medioambiente.
Asimismo, pese a que llevamos décadas electrificando el consumo energético en los hogares mediante nuevas cocinas eléctricas, nuevos electrodomésticos o vehículos eléctricos, persiste cierta reticencia para ir más allá y electrificar algo tan fundamental como la calefacción.
Cabe entonces preguntarse, como reflexiona San Román, si son realmente las barreras culturales las que frenan la adopción de estas tecnologías descarbonizadas, o si la influencia de determinados intereses se encuentra detrás de esta situación.
Ahora bien, es evidente que estas tecnologías no se encuentran al alcance de todos los hogares y que existen enormes desequilibrios sociales. En estos casos, la intervención pública debe ayudar a superar esa barrera para garantizar que el acceso al confort térmico libre de emisiones no sea únicamente un privilegio.
En este sentido, también es fundamental mejorar la comunicación de estas ayudas a fin de que estas recuperen su credibilidad como verdaderos catalizadores del despliegue de las tecnologías limpias, simplificando los procesos y acompañando a las personas para que entiendan cómo y dónde pueden solicitarlas.
¿Pueden competir las bombas de calor frente a las alternativas fósiles?
Las bombas de calor parten con una serie de ventajas únicas que les permiten dar respuesta a 3 objetivos europeos al mismo tiempo: reduce las emisiones, promueve el uso de renovables y aumenta la eficiencia energética.
Además, su versatilidad para ofrecer respuesta a la demanda de calor, frío y agua caliente, junto con su capacidad de operar en climas tanto cálidos como medios o incluso fríos, la diferencia de otras tecnologías de climatización.
Por otro lado, esta misma tecnología puede ser utilizada en tres sectores distintos: residencial, comercial e industrial, y con una eficiencia media hasta 3 veces superior que cualquier otro sistema de calefacción.
Así pues, las bombas de calor son una solución evidente para la descarbonización de la climatización en los edificios nuevos, pero todavía presenta algunas limitaciones en cuanto a la rehabilitación de edificios tanto por espacio como por normativa.
Las bombas de calor son una solución eficiente para la climatización de todo tipo de edificios, pero sus requisitos particulares hacen que su instalación sea más compleja en edificios ya existentes o en edificios antiguos.
En un informe publicado por AFEC en el que se compara los diferentes sistemas de calefacción doméstica, las bombas de calor resultan como las claras ganadoras frente a otras tecnologías tanto renovables como fósiles.
En este sentido, la bomba de calor accionada eléctricamente, para calefacción y agua caliente sanitaria, es la tecnología más eficiente y la que menos emisiones de CO2 genera.
Además, las bombas de calor se sitúan en la segunda posición en coste operativo, tan solo por detrás de la biomasa, presentando unos costes operativos entre 1,2 y 1,4 veces inferiores a los de las calderas de gas fósil.
En el caso de la biomasa, si bien su coste operativo puede ser menor, se debe garantizar que esta sea de proximidad para que el transporte de la misma no contribuya a un aumento de las emisiones finales. Además, su origen debe ser realmente sostenible, considerando aspectos adicionales como el potencial disponible.
Asimismo, las bombas de calor presentan emisiones 0 in situ y hasta 7 veces inferiores a las calderas de gas fósil, y 1,6 veces menos que las resultantes de la combustión de biomasa.
Ahora bien, en el caso de las tecnologías de combustión también se deben considerar las emisiones contaminantes como óxidos de nitrógeno (NOx) y otras partículas perjudiciales para el medioambiente y nuestra salud.
¿Son estas tecnologías una opción únicamente para aquellos hogares con más recursos?
Pese al aumento de la concienciación de la sociedad respecto a la crisis climática y la reciente crisis energética que nos ha hecho conscientes de la inestabilidad de los precios y del suministro de gas fósil, los menores costes de instalación de las calderas tradicionales limitan la adopción de las bombas de calor.
Ahora bien, la enorme eficiencia que presentan estas últimas frente a las alternativas convencionales hacen que estas tecnologías sean mucho más baratas a largo plazo, gracias a una importante reducción de los costes operativos.
La disponibilidad de ayudas procedentes de los fondos europeos han contribuido a reducir los costes iniciales de esta inversión, pero su complejidad y temporalidad ha limitado su efectividad para acelerar la adopción de las bombas de calor a gran escala.
Asimismo, los criterios hipergarantistas de las ayudas del plan de recuperación también han dificultado su despliegue, especialmente con nuestro modelo competencial que traslada a las CC.AA. la tramitación de dichas ayudas.
Respecto a este punto, como ya comentamos en la edición sobre descarbonización de los hogares, el ritmo de ejecución de las ayudas ha sido lento y muy diferente en cada Comunidad Autónoma.
De hecho, el ritmo medio de ejecución del programa de ayudas de autoconsumo, renovables térmicas residenciales y almacenamiento BTM se sitúa tan solo en el 66% respecto al presupuesto asignado, más de 3 años después de su aprobación.
¿Hasta qué punto son compatibles la renovación de la envolvente térmica de los edificios y el despliegue de las tecnologías de climatización limpias?
Las diferentes intervenciones de rehabilitación energética de los edificios no son acciones enfrentadas sino que, como recuerda San Román, son complementarias a la hora de obtener ayudas públicas.
De hecho, al combinar dos o tres intervenciones determinadas, la subvención puede superar hasta el 80% del coste total de la inversión, lo que supone un ahorro enorme en el coste de la instalación de este tipo de tecnologías.
Asimismo, la menor pérdida de calor o frío derivados de la renovación de la envolvente de un edificio permite optar por una bomba de calor de menor capacidad —y menor precio— para garantizar el mismo suministro de calor, frío y agua caliente.
La envolvente térmica de un edificio es la barrera que separa el interior y exterior del mismo e incluye la fachada, la cubierta o el techo, las ventanas, y el aislamiento térmico, entre otros.
En todo caso, la clave reside en la capacidad de estas intervenciones de rehabilitación energética de contribuir a la reducción de la demanda de combustibles fósiles y, consecuentemente, a la reducción de emisiones.
En este sentido, según el informe «Eficiencia Energética 2024» de la AIE, las bombas de calor serán responsables de un cuarto de la reducción de la demanda de gas natural estimada para 2030, mientras que otro 20% corresponderá a medidas pasivas como la renovación de la envolvente de los edificios.
El informe de la Agencia Internacional de la Energía también incluye un análisis del ahorro energético resultante de la sustitución de una caldera de gas fósil altamente eficiente por una bomba de calor en una vivienda mal aislada.
¿El resultado? Esta sustitución puede suponer un ahorro energético del 60-70%, el cual puede aumentar hasta el 90% en hogares bien aislados, reforzando el punto anterior sobre la complementariedad de ambas intervenciones.
Hay una falta de personal cualificado en el sector, ¿cómo lo solucionamos?
La falta de personal cualificado es una de las grandes preocupaciones de las asociaciones de profesionales del sector que ven una falta de relevo generacional ante el fracaso de transmitir el atractivo de estas profesiones a las nuevas generaciones.
El creciente enfoque en la digitalización y las materias audiovisuales en los itinerarios formativos limita la creación de nuevos espacios para la formación práctica de nuevos técnicos, lo cual es visto por San Román como una importante barrera, especialmente en el ámbito de la Formación Profesional.
Por otro lado, la introducción de nuevas exigencias en competencias verdes y digitales a consecuencia de la evolución de estas tecnologías —además de la necesidad de tener conocimientos en gestión de ayudas y normativa— requiere de formación y certificación adicional por parte del profesional, dificultando el acceso al sector.
Esta situación, junto con las características del ecosistema de empresas instaladoras y mantenedoras españolas —dominado por pymes y micropymes—, dificulta enormemente el «upskilling» y «reskilling» de los profesionales que ya forman parte del sector.
Para remediarlo, San Román propone subvencionar los cursos de capacitación necesarios, así como introducir incentivos para que los profesionales puedan dedicar el tiempo que requieren estos cursos sin comprometer su fuente de ingresos o su negocio.
Asimismo, es necesario superar los prejuicios que se han establecido en la mente de muchos jóvenes que no identifican estas profesiones como lo que son: trabajos bien remunerados, de calidad, y muy preciados.
Llegar a la juventud a través de sus canales de comunicación preferentes es fundamental para revertir esta imagen negativa sobre los profesionales del sector de la climatización y conseguir que más jóvenes accedan a las oportunidades que este les ofrece.
Transición en Acción ⚡
Una Potencia Renovable en Auge en la Tierra del Oro Negro
Texas se ha convertido en el mayor motor de energía limpia de EE.UU. En los próximos 18 meses, planea añadir 35 GW de energía limpia, más que los siguientes nueve estados combinados.
En solo 5 años, Texas ha multiplicado casi por 10 su capacidad solar, alcanzando 22 GW. Además, se ha vuelto un punto caliente para baterías de almacenamiento gracias a su energía renovable barata.
Sin embargo, su generación eléctrica sigue siendo muy intensiva en carbono. A diferencia de California, donde más del 50% de la electricidad es renovable, Texas solo obtiene el 28% de fuentes limpias.
La creciente demanda eléctrica, impulsada por industrias como los centros de datos, ha hecho que mucha de su nueva energía limpia solo cubra el aumento de consumo, sin reducir tanto las fuentes contaminantes.
Aunque su sector de energía limpia crece rápidamente, Texas sigue siendo un gran dependiente de los combustibles fósiles, y la política local sigue favoreciendo la construcción de plantas de gas, frenando su transición energética completa.
Puedes descubrir más detalles sobre el despliegue de renovables en EE.UU. y, en particular, en Texas en este artículo de Canary Media.
Algunos países o regiones como Texas están apostando por combinar el despliegue de renovables con el aumento de la extracción de gas y petróleo. Déjanos tu opinión en los comentarios.
¡Y hasta aquí la edición de esta semana!
Esperamos que, tras leer esta edición, tengáis una imagen mucho más completa del largo camino que nos queda por delante en la descarbonización de la climatización.
Gracias a Marta San Román por ayudarnos a entender mejor las ventajas de las tecnologías de climatización limpias y eficientes, así como las barreras que todavía frenan su despliegue masivo.
¡Nos vemos en la siguiente edición! 👋