Clean Industrial Deal: ¿Cómo Acelerar la Competitividad Industrial y la Autonomía Estratégica?
Europa busca reforzar su apuesta por la descarbonización y la competitividad
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La Unión Europea se encuentra bajo creciente presión para dar respuesta a las necesidades de su industria ante la pérdida de competitividad global derivada en gran parte por su adicción a unos combustibles fósiles de los que carece y, al mismo tiempo, desarrollar un plan que garantice un cierto grado de autonomía estratégica que garantice la capacidad de producción de nuestra industria independientemente de la situación geopolítica.
Pese a las normas adoptadas durante la anterior legislatura (2019-2024) para acelerar la descarbonización industrial y facilitar el despliegue de las tecnologías limpias, como la «Net-Zero Industry Act», todavía persisten enormes desafíos.
De hecho, la ausencia de una verdadera política industrial europea ha propiciado que Europa siga rezagada en el desarrollo de su sector de tecnologías limpias y la electrificación de su industria.
En una edición anterior ya comentamos la normativa adoptada durante la anterior legislatura y sus carencias para acelerar la descarbonización y reforzar la competitividad de la industria europea 👇🏼
Ahora, con el fin de dar respuesta a ese objetivo de incrementar la competitividad de la economía europea promoviendo de forma coordinada y simultánea la descarbonización e industrialización de Europa, la Comisión Europea ha presentado el anticipado «Clean Industrial Deal».
Pero antes de empezar…
La retirada de la Administración Trump de los compromisos estadounidenses en materia de financiación climática internacional pone en riesgo el futuro de los planes de transición energética justa en potencias emergentes altamente contaminantes.
Los países promotores de las Asociaciones para una Transición Energética Justa, o JETP —un grupo que hasta ahora incluía a Japón, Canadá, Reino Unido, Estados Unidos y la UE— ya están buscando alternativas para compensar la retirada estadounidense de los planes de inversión en Indonesia, Sudáfrica o Vietnam.
En respuesta, otros Estados promotores han reforzado sus compromisos con la iniciativa por valor de $20.000 millones con Indonesia, el acuerdo de cerca de $15.500 millones para Vietnam y el paquete de $9.300 millones para Sudáfrica.
Sin embargo, la falta de avances desde su presentación en 2022, junto con la retirada de Estados Unidos, pone en peligro las estrategias de descarbonización de estas potencias emergentes y su desvinculación geopolítica con Occidente.
Dicho esto, atención (y un poco de paciencia) que se viene una edición con mucha chicha 😉
Divulgando la Sostenibilidad 🌱
La industria europea se encuentra en un periodo de crisis. Sus desafíos son múltiples, pero entre todos ellos destacan los mayores costes de la energía frente a terceros países, principalmente Estados Unidos y China.
Mario Draghi destaca en su informe que Europa siempre va a tener un coste de gas más alto que EEUU o Asia porque carece de esos recursos fósiles. Sumado a esto, las crecientes tensiones geopolíticas fuerzan a Europa a buscar nuevos modelos que le permitan ser más autónoma y resiliente ante los vaivenes de la política comercial internacional.
La solución pasa inexorablemente por reducir nuestra adicción a los combustibles fósiles y nuestra dependencia energética de terceros países, apostando por fuentes de energía autóctonas, competitivas y limpias como las energías renovables.
Europa debe incrementar sus esfuerzos para lograr una mayor autonomía en la producción de tecnologías limpias como paneles solares, electrolizadores o vehículos eléctricos, aumentando su capacidad para protegerse de shocks comerciales.
Ahora bien, a diferencia de la dependencia continua de combustibles fósiles para satisfacer la demanda energética de nuestra industria o nuestros vehículos, las materias primas críticas son necesarias para producir tecnologías limpias que duran años, limitando esa dependencia exterior constante que ahora mantenemos.
En todo caso, este no es el único punto a abordar. Europa necesita reducir los costes de la energía para poder competir con EE.UU. y China promoviendo, entre otras cuestiones, un “business case” para la electrificación de la demanda industrial mediante la revisión de la fiscalidad de la energía.
La actual fiscalidad de la energía socava la viabilidad económica de la electrificación y ponen a Europa en desventaja frente a otras potencias.
De hecho, los costes de la factura eléctrica en España por conceptos ajenos al suministro eléctrico provocan que acabemos pagando un sobrecoste 19 veces superior al que recoge el recibo del gas, según WindEurope.
Sumado a esto, la UE debe acelerar estrategias para reducir dependencias externas —especialmente de los combustibles fósiles— y, al mismo tiempo, descarbonizar la demanda energética y promover la electrificación de la industria, especialmente en sectores que requieren calor a temperaturas menores de 500°C.
El Clean Industrial Deal: ¿la solución definitiva?
La Comisión Europea presentó el pasado 26 de febrero el anticipado «Clean Industrial Deal», la hoja de ruta que pretende reforzar la competitividad de la industria europea y reducir su dependencia energética.
El «Clean Industrial Deal», al igual que lo fue el Pacto Verde Europeo, es un programa de acción que recoge múltiples iniciativas legislativas y medidas que la Comisión Europea presentará durante los próximos años.
Cabe enfatizar también que se trata tan solo de una propuesta cuyo desarrollo legislativo dependerá de las negociaciones con el resto de instituciones europeas.
En su propuesta, la Comisión recoge 6 áreas prioritarias que el CID pretende abordar: energía asequible, mercados piloto, financiación, circularidad y acceso a materias críticas, asociaciones internacionales, y habilidades para la transición.
Plan de Acción para la Energía Asequible
Para dar respuesta a los mayores precios de la energía en Europa frente a terceros Estados y reforzar la competitividad de la industria europea, la Comisión ha adoptado el Plan de Acción para la Energía Asequible.
Este documento recoge medidas para acelerar el despliegue de energías limpias y la electrificación de la demanda, reforzar el mercado europeo de la energía mediante nuevas interconexiones, aumentar la eficiencia y reducir nuestra dependencia energética exterior.
Las propuestas en materia de fiscalidad de la energía que incluye el Plan deja claro que la Comisión ha puesto el foco en la fiscalidad sobre la energía eléctrica como un factor crítico para la competitividad de la industria europea.
En este sentido, se incluye un llamamiento a concluir las negociaciones de la Directiva sobre la Fiscalidad de la Energía en el Consejo para incentivar la electrificación y ofrecer alivio a los consumidores electrointensivos.
Si quieres entender por qué esta directiva es fundamental para la transición energética en Europa, puedes echarle un vistazo a esta edición que publicamos específicamente sobre este tema 👇🏼
En este mismo sentido, la Comisión recomienda a los Estados miembros —que son los competentes en política fiscal— reducir los impuestos a la electricidad y eliminar las tasas de la factura eléctrica que financian políticas no relacionadas con la energía.
En concreto, el Plan recuerda a los Estados miembros la posibilidad de reducir los impuestos a la electricidad a los mínimos permitidos actualmente por la normativa (0,5€/MWh a industrias), aplicar un IVA reducido del 5%, reducir el impuesto especial al 0,5% —como se hizo durante la crisis energética— y eliminar cargos no relacionados al suministro de la factura eléctrica.
Para lograrlo, la Comisión presentará una recomendación para los Estados miembro sobre cómo revisar los impuestos a la electricidad, logrando una reducción de los costes impositivos sin comprometer los ingresos públicos.
En la cuestión de las tarifas de acceso a la red, la Comisión propondrá nuevas metodologías armonizadas para reducir su impacto sobre la factura eléctrica, abriendo la puerta al uso de fondos públicos para reducir las tarifas de red vinculadas a la inversión en redes y permitiendo las inversiones anticipadas.
Más allá de reducir los costes de la factura eléctrica, el Plan de Acción también propone medidas para proteger a los consumidores industriales de la inestabilidad de los precios de la energía.
Para ello, la Comisión propone el desarrollo de un esquema de garantías con el Banco Europeo de Inversiones para respaldar parte de los Power Purchasing Agreements (PPAs) que las empresas firman para adquirir electricidad a largo plazo.
Además, la Comisión proporcionará orientaciones a los Estados miembros sobre el diseño de contratos por diferencia (CfDs), así como su combinación con los PPAs.
¿PPAs? 🤨 ¿CfDs? 😵💫
Si te has perdido un poco con todas estas siglas, te recomendamos que vuelvas a leerte nuestra edición sobre la reforma del mercado eléctrico europeo para no perderte nada de todo lo que comentamos👇🏼
El Plan de Acción para la Energía Asequible también incluye medidas para reducir los costes para los consumidores particulares, eliminando obstáculos para que podamos cambiar de suministrador y de contrato con mayor facilidad, eligiendo así la opción más conveniente.
Además, para acelerar la consolidación de la Unión de la Energía, la Comisión presentará el «European Grids Package» que acelerará el despliegue y la modernización de las redes eléctricas e incluirá reformas de la normativa sobre interconexiones eléctricas.
Junto a ello, la Comisión también presentará un Plan de Acción para la Electrificación y una Estrategia de Calefacción y Refrigeración, que ayudarán a descarbonizar la industria, movilidad y climatización.
¿Apoyar la inversión pública en nuevas infraestructuras fósiles?
Uno de los puntos más polémicos del Plan de Acción para la Energía Asequible es la propuesta de adoptar el conocido como modelo japonés en cuanto a las importaciones de gas natural licuado (GNL).
Esto abriría la puerta a que la UE o los Estados miembros apoyasen con fondos públicos la construcción de infraestructura de exportación de gas fósil en terceros Estados —principalmente Estados Unidos.
Apoyar las inversiones en el GNL estadounidense para reemplazar al gas ruso supone continuar sometiendo a Europa a la volatilidad del mercado del gas, condenándonos a una mayor inestabilidad de precios energéticos a largo plazo y a depender energéticamente de un país cada vez menos fiable.
Por tanto, facilitar la inversión pública en nuevas infraestructuras fósiles en terceros países atenta directamente contra la apuesta europea por una mayor autonomía estratégica y divierte fondos públicos de soluciones reales a los altos precios energéticos en Europa.
Impulsar la Demanda de Productos Descarbonizados
La baja demanda de productos descarbonizados —como el acero de bajas emisiones o los fertilizantes producidos a partir de hidrógeno renovable— es una de las principales barreras para la producción de estos productos en Europa.
La producción de estos productos en Europa es una oportunidad clave para fortalecer la competitividad de la industria europea, liderando en la innovación en las tecnologías limpias y atrayendo inversiones industriales al continente europeo que generen riqueza y empleo de calidad.
A través de las medidas recogidas en el «Clean Industrial Deal», la Comisión pretende crear las condiciones necesarias para que surja esa demanda, creando nuevos mercados para productos industriales verdes que impulsen economías de escala y abaraten los costes de estos productos.
Para ello, la Comisión propone introducir nuevos criterios de sostenibilidad, circularidad, resiliencia y ciberseguridad en los procesos de adjudicación de contratos públicos, premiando a empresas que apuesten por ellos.
Mediante una revisión de estos criterios, las administraciones podrían priorizar ofertas no solo por el criterio de menor precio —el cual determina el 55% de los procesos de adjudicación de contratos públicos—, sino también por su valor añadido en estos ámbitos.
Además, al introducir también requisitos de contenido europeo que aventajen a los productos made in Europe, se promovería el desarrollo de una industria europea de productos industriales verdes.
Para generalizar el uso de criterios no económicos en la adjudicación de contratos públicos, la Comisión también propondrá una revisión de la normativa europea de contratación pública que facilite su aplicación a todos los niveles de la administración pública.
Para contextualizar, la normativa europea fija reglas comunes para las licitaciones públicas cuando superan cierto valor, el cual depende del tipo de contrato público.
Movilizar Más Inversión Pública y Privada
Con el fin de reunir las inversiones necesarias para lograr estos objetivos, la Comisión propone la creación de un Banco de Descarbonización Industrial con un objetivo de financiación de 100.000 millones de euros.
Los fondos de este nuevo instrumento procederán del Fondo de Innovación, ingresos resultantes del régimen de comercio de derechos de emisión de la UE (RCDE UE) y la revisión del instrumento InvestEU.
El Banco de Descarbonización Industrial, cuya gobernanza quedará sometida al futuro Fondo de Competitividad —el cual pasará a sustituir a múltiples instrumentos financieros con objetivos similares—, tendrá como objetivo principal maximizar la reducción de emisiones con un enfoque de neutralidad tecnológica.
En lo que respecta a la normativa sobre ayudas de Estado, el CID incluye un nuevo Marco de Ayudas Estatales que simplifique y flexibilice los procedimientos de aprobación, evitando al mismo tiempo distorsiones de la competencia en el mercado único europeo.
Además, la Comisión presentará recomendaciones para armonizar los incentivos fiscales nacionales de tal forma que se garantice que la política fiscal no beneficia a los combustibles fósiles frente a la energía limpia.
Estas recomendaciones vendrán también acompañadas de más medidas para acelerar la reducción y progresiva eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles.
Impulsar la Economía Circular en la UE
La Comisión Europea reconoce el potencial de la economía circular tanto para reducir los costes y facilitar el suministro de materias primas, como para reforzar nuestra autonomía estratégica y limitar dependencias exteriores.
En este sentido, el CID da máxima prioridad a la implementación efectiva de la Ley de Materias Primas Fundamentales, por lo que publicará el primer listado de proyectos estratégicos —los cuales se beneficiarán de un mayor acceso a financiación y de procesos de tramitación más ágiles— este mismo año.
Además, la Comisión establecerá un Centro de Materias Primas Fundamentales de la UE para trabajar con los Estados miembros y las empresas interesadas en la compra conjunta de materias primas.
Más allá de la implementación de la CRMA, la Comisión también presentará una Ley de Economía Circular en 2026 que complemente las normas del nuevo Reglamento sobre diseño ecológico para productos sostenibles.
Asociaciones Internacionales Más Diversificadas y Fiables
La necesidad de garantizarse un papel relevante en la cadena de valor global de las tecnologías clave en la transición energética requiere proteger la igualdad de condiciones y garantizar que la UE no se convierta en tan solo un destino de las exportaciones de terceros Estados.
Con este fin en mente, el CID hace referencia a las Asociaciones de Comercio e Inversión Limpias (CTIP), una nueva iniciativa que Von der Leyen ya recogió en sus prioridades para 2024-2029 que podría avanzar la colaboración con terceros países en energía limpia, materias críticas y tecnologías limpias.
En teoría, estas asociaciones podrían complementar los actuales acuerdos de libre comercio de la UE con terceros Estados para desbloquear la inversión en nuevas cadenas de suministro limpias entre ambas partes.
Más allá de nuevos acuerdos y asociaciones comerciales, la Comisión también parece decidida en adoptar una estrategia más activa en el uso de instrumentos de defensa comercial como los derechos antidumping o antisubvenciones.
Acortando los plazos de investigación o recurriendo en mayor medida a procedimientos de oficio, la Comisión pretende asegurar la protección ante la competencia desleal promovida por terceros Estados.
El Futuro del Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM)
El CID enfatiza la importancia del CBAM en la estrategia europea para la descarbonización industrial y la competencia justa, garantizando que los bienes importados sean sometidos a los mismos criterios ambientales que los producidos en la UE.
Sin embargo, la Comisión asegura que el 99% de las emisiones vinculadas a los bienes importados corresponden a un número limitado de importadores, por lo que propone simplificar los procedimientos administrativos sin comprometer la eficacia del propio CBAM.
Asimismo, la Comisión también elaborará una revisión del CBAM con el fin de valorar la inclusión de sectores adicionales del RCDE UE y productos derivados, así como de las emisiones indirectas de todos los sectores ya sometidos al CBAM.
Junto a estas cuestiones, la Comisión también revisará cómo abordar el riesgo de fuga de carbono en las exportaciones europeas ante la pérdida de competitividad de los productos europeos sometidos al RCDE frente a los bienes producidos en terceros Estados.
Habilidades para una Transición Limpia y Justa
Para que los trabajadores puedan aprovechar las oportunidades de la transición energética y las empresas dispongan de personal cualificado para desarrollar tecnologías estratégicas del CID, la Comisión propone ampliar sus programas de formación sectorial y destinar nuevos fondos al programa Erasmus+.
En el marco de la revisión de la normativa europea en materia de ayudas de Estado, la Comisión también valorará la inclusión de incentivos que promuevan la recualificación, el reciclaje profesional y la creación de empleos de calidad para garantizar una transición justa.
Por último, la Comisión desarrollará nuevas directrices para los Estados miembros para impulsar el «leasing» social para vehículos de emisiones cero, bombas de calor y otras tecnologías limpias, evitando efectos distributivos adversos y contribuyendo a estimular la demanda de productos limpios.
Por si todavía no habías oído hablar del «leasing» social, este nuevo modelo de ayudas está diseñado para hacer accesibles estos productos a las rentas medias y bajas, ofreciendo opciones de alquiler mensual subvencionado.
Estos programas de ayudas públicas podrían contribuir a una democratización del acceso a tecnologías limpias y, a su vez, limitar la presión de estas ayudas sobre las finanzas públicas.
Los Compromisos Climáticos Pasan a un Segundo Plano
Uno de los elementos más echados en falta del CID es un objetivo vinculante de reducción de emisiones para 2040, una pieza clave de la estrategia de descarbonización de la UE.
Entre las responsabilidades del comisario para Acción Climática, Wopke Hoekstra, se incluye el proponer un objetivo de reducción de emisiones del 90% para 2040, en consonancia con las recomendaciones del Consejo Asesor Científico Europeo sobre el Cambio Climático que propuso una reducción del 90-95%.
La ausencia de un objetivo jurídicamente vinculante para 2040 en el CID pone en riesgo nuestro objetivo de neutralidad climática para 2050 al introducir más incertidumbre que podría frenar las inversiones y debilitar la acción climática.
El «Clean Industrial Deal» debe ser la continuación del Pacto Verde Europeo, demostrando que la acción climática y la política industrial se refuerzan mutuamente y no compiten entre ellas.
Los Siguientes Pasos…
Tras la presentación del CID, la Comisión ya ha empezado a presentar planes de acción sectoriales para responder mejor a las necesidades específicas de sectores industriales estratégicos como la automoción, la metalurgia, la industria química o la bioeconomía.
En futuras ediciones abordaremos algunos de estos planes de acción, analizando las medidas propuestas y las importantes concesiones que parecen incluir en aras de la competitividad industrial, los cuales podrían poner en riesgo nuestros objetivos climáticos.
La UE tiene mucho trabajo por delante en la implementación y negociación de todas las medidas recogidas en el «Clean Industrial Deal», por lo que nos mantendremos atentos para seguir defendiendo las prioridades de la juventud.
Transición en Acción ⚡
Desde la Comodidad de tu… ¿Balcón?
El despliegue de la energía solar fotovoltaica en entornos urbanos cuenta con importantes limitaciones, pero en Alemania, donde en 2023 se instalaron cerca de 200 MW de autoconsumo fotovoltaico, están dispuestos a superarlos.
Los sistemas de autoconsumo fotovoltaico en balcones en Alemania están en auge y para finales de 2024 cerca de 1,5 millones de personas instalaron estos kits por todo el país.
Aunque la generación de estos sistemas es modesta, su popularidad ha explotado en el país gracias a una combinación de políticas que facilitan su instalación, ayudas públicas y un creciente deseo de independencia energética.
Este tipo de instalaciones de autoconsumo es una opción cada vez más accesible y asequible que ayuda a reducir las facturas de electricidad y convierte a los balcones en aliados en la transición energética.
Además, su facilidad de instalación y uso permiten a los inquilinos generar su propia energía, sin necesidad de ser propietarios de la vivienda.
Estos kits autoinstalables ya están disponibles también en España, ¿te plantearías comprarte uno como alternativa o para complementar un sistema de autoconsumo tradicional?
La Demanda Energética de la IA y la Electrificación
Desde la inteligencia artificial (IA) hasta el almacenamiento en la nube y las criptomonedas, nuestras vidas digitales están impulsadas por enormes centros de datos que consumen cantidades ingentes de electricidad.
Actualmente, estos centros representan alrededor del 2% de la demanda mundial de energía, pero se espera que esa cifra se duplique para 2026, lo que equivale a añadir el consumo eléctrico de un país como Suecia.
Gigantes tecnológicos como Google y Microsoft ya han hecho compromisos para ser neutrales en carbono para 2030. Estos compromisos son fundamentales para avanzar en la digitalización de sectores clave como la sanidad, educación o industria, sin comprometer la descarbonización de los sistemas eléctricos, pero la incertidumbre sobre su cumplimento continúa generando dudas.
Los anuncios de varias empresas tecnológicas de apostar por la energía nuclear para satisfacer su demanda energética permitiría, en principio, no comprometer la electrificación de otros consumos energéticos. Además, la innovación tecnológica en el campo de la IA podría dar lugar a nuevos avances que reduzcan drásticamente su consumo energético.
Es crucial que las grandes empresas tecnológicas sean más transparentes sobre sobre su consumo energético y sus estrategias de descarbonización, e inviertan en innovación y desarrollo para garantizar un futuro digital que no comprometa nuestros objetivos verdes bajo promesas de avance tecnológico.
¡Y hasta aquí la edición de esta semana!
No solemos publicar ediciones tan densas como esta, pero el «Clean Industrial Deal» merece un análisis exhaustivo para conocer en detalle todo lo que ha propuesto la Comisión para acelerar la reindustrialización verde de Europa.
Un mensaje personal
¡Hola, lector/a! Soy y he sido el autor principal de todas las ediciones que hemos publicado desde 2023. Me apena anunciar que esta es la última edición de la newsletter de Talento para la Sostenibilidad que escribo.
Ahora paso el testigo a mi compañera y amiga que sé que hará un trabajo excelente y le deseo lo mejor en esta nueva aventura.
Un abrazo y gracias por todo vuestro apoyo durante todo este tiempo.
¡Nos vemos en la siguiente edición! 👋