Cuando el presente se apaga, toca acelerar la transición energética para optimizar el uso de tecnologías no emisoras y facilitar las inversiones en redes y almacenamientos
Hoy repasamos todas las propuestas que venimos impulsando desde Talento para la Sostenibilidad para evitar estos sustos (innecesarios).
¡Bienvenido/a! 👋
🌍 Ayer fue el Día Mundial del Medio Ambiente. Un día que nos recuerda que el planeta no tiene botón de reinicio. Los jóvenes españoles no paramos de vivir eventos: la covid, filomena, la muerte del papa y hasta un apagón.
Desde Talento para la Sostenibilidad queremos que esta newsletter sirva de recordatorio de todas las propuestas que hemos venido pidiendo en anteriores ediciones y que son cruciales si queremos sobrevivir a todos estos acontecimientos (aunque no prometemos que sean infalibles contra un apocalipsis zombie).
Venimos insistiendo en la necesidad de reforzar infraestructuras clave. No basta con producir energía limpia y tener un mix eléctrico limpio y robusto si no podemos transportar la energía, almacenarla o hacer una gestión que optimice el uso de energías no emisoras a la vez que segura.
Hoy, más que nunca, queremos subrayar que el refuerzo de las redes y el despliegue del almacenamiento y el aprovechamiento de las sinergias de las distintas tecnologías no emisoras disponibles no son opciones, son condiciones indispensables para un sistema eléctrico justo, resiliente y libre de fósiles.
Pero antes de empezar…
🌧️ ¡Vaya meses hemos tenido en España! Si las nubes tuvieran programa de fidelidad, ya habríamos acumulado suficientes puntos para un paraguas de oro.
En Madrid, el pasado mes de marzo fue el más lluvioso desde que existen registros y la gente, como no podría ser de otra manera, inundaron las redes de memes:
Durante más de un mes, la lluvia ha sido nuestra compañera intermitente, y aunque algunos podrían estar considerando construir un arca, lo cierto es que estas precipitaciones han traído consigo noticias refrescantes para nuestras reservas hídricas y el panorama energético del país.
Un Respiro para los Embalses
Las recientes lluvias han sido un bálsamo para nuestros embalses, que estaban más secos que una tostada olvidada en el tostador. El pantano de Darnius Boadella en Girona ha alcanzado el 62,3% de su capacidad en marzo, un salto impresionante desde el 11,48% del año anterior .
A nivel nacional, la reserva hídrica ha aumentado significativamente, situándose al 76,7 de su capacidad total a 1 de junio.
Este aumento en las reservas hídricas es música para los oídos de la transición energética. Las centrales hidroeléctricas, que funcionan como baterías naturales, dependen de estos embalses para generar electricidad limpia y flexible.
Con más agua disponible, podemos reducir nuestra dependencia de combustibles fósiles y avanzar hacia un mix energético más sostenible. Sin embargo, no todo ha sido color de rosa.
Las lluvias han permitido aumentar la producción hidroeléctrica. Además, la mejora en las reservas hídricas ha llevado al levantamiento de restricciones en el uso del agua en regiones como el Campo de Gibraltar.
El Tema de la Semana 🌱
Tal y como os adelantábamos, queremos ofreceros en esta edición un recopilatorio de todas nuestras propuestas pasadas en materia de redes y almacenamiento.
El apagón nos recordó que la transición energética, cuyo objetivo es sustituir la quema de combustibles fósiles por el uso de energías limpias, no se sostiene sin redes y más almacenamientos.
Primera, para que no quede ninguna duda, no es momento de dejar al lobby retardista aprovechar la coyuntura para dar pasos atrás en la transición energética
Como dijimos en la newsletter “Eficiencia energética y electrificación”, la electrificación es sinónimo de una mayor eficiencia y, por tanto, un mayor ahorro energético, donde desmontábamos el mito de que las renovables no pueden sustituir a los combustibles fósiles.
La diferencia es tan drástica que si lográramos electrificar todo el consumo energético acabaríamos usando un 40% menos de energía, esta es, la que disponemos para su uso en nuestros hogares, fábricas y vehículos.
Segundo, invertir en redes de transporte y distribución eléctrica es invertir en descarbonización de la economía en su conjunto.
La transición energética es un concepto que parece ser sinónimo al despliegue de energías renovables.
Esto sigue siendo cierto, pero la aceleración del despliegue de renovables exige reforzar las redes de distribución y establecer nuevos corredores de transmisión para conectar los recursos renovables con los grandes centros de demanda, como ciudades y zonas industriales.
El desarrollo de las redes eléctricas no solo permitirá una mejor integración de las renovables, sino que también contribuirá al crecimiento industrial y la creación de empleo. Pero el crecimiento de la red tiene una serie de barreras regulatorias que carecen de sentido en un escenario de transición energética.
Cuestiones que ya abordamos en 2024 en “Redes Eléctricas: arterias de la Transición Energética” tales cómo la necesidad de eliminar el limite de inversiones en redes eléctricas y de inversiones anticipatorias o establecer una retribución de estas inversiones en redes en línea con los países de nuestro entorno para atraer esas inversiones en infraestructuras a nuestro país.
Tercera, ¿Qué pasa cuando el sol se esconde, no sopla el viento o no llueve? Invertir en almacenamientos es invertir en seguridad y estabilidad (de suministro y de precios)
Como no podemos almacenar gran parte de la energía renovable que generamos, la desperdiciamos. Sin almacenamiento suficiente es como llenar un depósito con fugas.
Ya lo contamos en nuestra newsletter “Almacenamientos que son la bomba”, donde destacamos la urgencia de invertir en almacenamiento por bombeo para evitar vertidos.
Además, desde el punto de vista económico, un sistema eléctrico sin emisiones necesitan este respaldo para evitar precios disparados en horas sin generación solar o eólica donde se tiene que recurrir al gas para producir electricidad.
La electrificación sin el gran almacenamiento es un espejismo.
Lo dijimos en “Eficiencia energética y electrificación”: sin soluciones de respaldo, corremos el riesgo de frenar el despliegue renovable. Invertir en almacenamiento es asegurar que la energía limpia esté disponible cuando realmente se necesita.
Precisamente, según “El Futuro es Energía”, la mitad de los jóvenes apoyan que la UE promueva mecanismos para aprovechar las renovables 24/7.
La falta de almacenamiento es ya uno de los principales frenos a la transición, con una nota media de 3,8/5.
Cuarto, el bombeo hidráulico es una tecnología disponible y probada.
Permite almacenar grandes cantidades de energía durante largos periodos y liberarla cuando el sistema lo necesita. Por eso defendemos, como hicimos en “Almacenamientos que son la bomba”, más inversión en repotenciar y revertir centrales hidroeléctricas ya existentes.
Necesitamos capacidad para almacenar energía en distintos horizontes temporales: desde minutos hasta varios días. Las baterías y el bombeo no compiten, se complementan. Así lo propusimos también en nuestra edición sobre electrificación.
Quinto, evitar los vertidos es evitar el despilfarro.
Si generamos electricidad renovable pero no tenemos cómo guardarla, se pierde. Esta situación genera ineficiencia y frustración, y ya ha ocurrido.
Parte se soluciona con nuevos almacenamientos (idealmente grandes bombeos) pero otra parte importante se soluciona dando acceso a la demanda a toda esa energía renovable que actualmente se despilfarra.
Es consecuencia de la falta de acceso a la red a muchas industrias que necesitan romper su dependencia de los combustibles fósiles por una cuestión no sólo ambiental sino de competitividad y de autonomía estratégica.
Puesto que las energías renovables permiten a las industrias en España no sólo acceder a unos precios energéticos más bajos y estables por primera vez en nuestra historia sino dejar de depender de los combustibles fósiles de terceros países para poder producir.
Tenemos el ejemplo reciente de la guerra en Ucrania y como Putin ha usado el gas como arma de guerra destruyendo la competitividad de la industria alemana.
Sino que aunque los países productores estuviesen dispuestos a vendernos su gas a precio local dependemos en gran medida del GNL (gas natural liquado) que tenemos que licuar, transportar por el océano en barcos metaneros y volver a regasificarlo, lo que se traduce en unos costes de unos 20 €/MWh adicionales, que no pagan los paises que sí tienen este combustible.
Quinto, no queremos pasar por alto que la apuesta por la descarbonización y las energías renovables no es una cuestión exclusivamente necesaria desde un punto de vista ambiental (que lo es) sino desde el punto de vista económico. Las energías renovables son más baratas. Pero esta realidad en Europa, y particularmente en España, no siempre se traslada a los precios finales que pagan los consumidores por la electricidad ¿La razón? Una fiscalidad energética que favorece a los combustibles fósiles (importados) frente a la electricidad. En nuestra newsletter sobre fiscalidad analizamos en detalle la necesidad de una reforma fiscal ambiental ya en 2023
Sexto, las políticas públicas deben ir por delante.
El 90% de los jóvenes encuestados lo tiene claro: sin regulación adecuada, no habrá transición energética real. Necesitamos incentivos, fondos y marcos estables para que el almacenamiento despegue.
Precisamente no pueden ser un freno la falta de acuerdos políticos en materia energética, siendo el segundo factor identificado.
En conclusión, para no frenar el crecimiento renovable, estabilizar precios, reducir emisiones y evitar derroches, el almacenamiento debe ser tratado como infraestructura crítica. Es hora de darle al almacenamiento el protagonismo que merece.
El 79% de los jóvenes encuestados cree que la legislación debe ir más allá. Por ejemplo, ya propusimos una herramienta regulatoria específica que facilite el despliegue del almacenamiento hidráulico y que acelere los permisos para estas infraestructuras.
Pero si quieres verificar tu mismo todas las medidas a favor de la transición energética que pedimos una y otra vez, hasta que seamos escuchados- por ahora sólo hemos sido oídos- tienes esta edición especial que hicimos y las recomendaciones de El Futuro es Energía.
Transición en Acción ⚡
Menos pulpo, más carbono: el nuevo negocio verde gallego 🦑➡️🌱
Galicia se sitúa a la vanguardia de la sostenibilidad al convertirse en la primera comunidad autónoma en España en establecer un mercado voluntario de créditos de carbono.
Este sistema pionero permitirá que proyectos que reduzcan emisiones o absorban CO₂ generen créditos de carbono, los cuales podrán ser adquiridos por empresas y entidades que busquen compensar su huella de carbono.
Todo nació con la Ley 2/2024, que promueve el uso responsable de los recursos naturales y el desarrollo sostenible en la región. ¿Cómo funciona?
Los proyectos que reduzcan o capturen CO₂ recibirán créditos de carbono.
Empresas y organizaciones podrán comprarlos para compensar sus emisiones.
Una plataforma garantizará la transparencia y trazabilidad de las transacciones.
Este enfoque posiciona a Galicia como un ejemplo de innovación climática en España, adelantándose a otras regiones y sentando las bases de un mercado que podría escalar a nivel nacional.
El éxito de esta iniciativa dependerá de su capacidad para establecer un marco regulatorio sólido, evitar la doble contabilidad y asegurar que los créditos de carbono sean de alta calidad.
¿Podrán otras comunidades replicar este modelo como caso de éxito? ¿Es este el primer paso hacia un mercado nacional de carbono en España? ¿Quién será el siguiente en sumarse?
Bye bye gas, hello bombas de calor: el calor del futuro es renovable
La transición energética no espera, y Alemania está tomando la delantera: para alcanzar la neutralidad climática en 2045, eliminar el gas en calefacción es una prioridad. ¿Qué pasará con el gas en los próximos años? Spoiler: su futuro no es muy prometedor.
Ciudades como Mannheim y Hamburgo ya están gestionando el cambio. Mannheim cerrará su red de gas en 2035 y está facilitando el proceso con incentivos de hasta 10.000 € para quienes adopten nuevas soluciones como calefacción distrital y bombas de calor.
El reto es ambicioso, pero las oportunidades superan los desafíos. Adaptar infraestructuras y ganar la confianza ciudadana requiere inversión y comunicación, y Alemania lo está abordando con planificación, campañas informativas y apoyo financiero.
El cambio ya está en marcha y Alemania no está sola. Este es el momento de actuar: con determinación, innovación y compromiso, la calefacción limpia será el estándar del futuro. ¿Estamos listos para liderar el cambio?
¡Y hasta aquí la edición de esta semana!
Ayer en el Día Mundial del Medio Ambiente, sobran las campañas de greenwashing y faltan compromisos reales. Desde Talento para la Sostenibilidad lo decimos claro: no es tiempo de celebrar, es tiempo de actuar. Porque tenemos todo por hacer y cada decisión cuenta.
Si todavía no nos sigues, ¿a qué estás esperando? Además, subimos memes así que ya no tienes excusa.
¡Nos vemos en la siguiente edición! 👋